El cuidado de las heridas

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A lo largo de nuestras vidas, todos hemos experimentado, en mayor o menor medida, alguna caída o accidente al montar bicicleta, patineta, correr, entre otros. Esto es muy frecuente tanto en niños como en adultos, siendo muy molesto, especialmente en sitios de flexión. Esto conlleva, además del dolor propio de dichas experiencias, a que nuestros vecinos, familiares y conocidos, en su preocupación, nos den consejos tales como: “aplica alcohol”, “sopla la herida”, “deberías poner una cebolla en la herida”, y muchos otras cosas, aunque en este artículo te explicaré que debes y que no debes hacer en estos casos.

Pasos para curar la herida

  • Lavar

    El agua y jabón serán suficientes para eliminar la suciedad de la herida.

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  • Desinfectar

    Se debe emplear un antiséptico común, entre los cuales se encuentra: la clorhexidina.

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    Uno de los antisépticos más utilizados es la povidona yodada, conocida comercialmente como “Betadine” (no debe usarse en menores de 2 años) ya que puede absorberse a través de la herida y la concentración de yodo es demasiado alta para la cantidad diaria necesaria, si es usado frecuentemente puede presentarse alteraciones de la glándula tiroides, tales como: hipotiroidismo, bocio, alteraciones de la prueba del talón, intoxicación por yodo, acidosis metabólica, hipernatremia, trastornos de la función renal, hepática.

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  • Alcohol y agua oxigenada

Son muy agresivos y resecan la piel, tiene su efecto antiséptico, pero no es mayor que el antiséptico recomendado.

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  • Soplar la herida

Nuestra boca está llena de bacterias, hay entre 10 y 100 millones de bacterias por cada mm de saliva en nuestra boca. Soplar la herida es un puente para que las bacterias lleguen hasta la herida.

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  • Tapar la herida

Es muy común escuchar: “no te tapes la herida para que no se te sancoche". Para favorecer la cicatrización y evitar la contaminación de la zona lesionada es conveniente cubrir la herida con un apósito quirúrgico transpirable, de tela para que no se pegue. Claro está, que si se utilizan las tiras (curitas) de plástico, estas sí que podrían sancochar la herida.

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  • Vigilar

Es importante ir viendo la evolución de la herida diariamente, para evaluar si hay la existencia de inflamación, pus. Se debe cambiar el apósito diariamente, lavar y aplicar antiséptico. Se dejará de usar el apósito cuando la herida no esté abierta.

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  • Evitar

Evita arrancar las costras, ya que esto no favorece a la cicatrización y puede infectarse. Si la costra es muy grande y está en una zona de flexión, podría llegar a molestar mucho con cada movimiento, en estos casos puede usarse algún antibiótico tópico para ablandarla.

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  • Conclusión

No podemos evitar hacernos una herida, pero sí podemos conocer todos los cuidados necesarios para ayudar a la cicatrización. Cumplir las medidas básicas nos ayudarán a mejorar.

Referencia bibliográfica

Dr Pedro Jaén. Una piel para toda la vida. Editorial Planeta. 2021


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