Algunos de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos tenido la experiencia de ver a un bebé nacer, o de conocer a un recién nacido, y algunos presentan en la región lumbosacra o glútea una mácula (mancha) de coloración gris azulada. Esta lesión es denominada melanocitosis dérmica congénita o mancha mongólica, es una lesión benigna muy frecuente en los recién nacidos, sin embargo, no siempre debe ser considerada de esta manera, principalmente cuando tiene otras características u otros hallazgos clínicos.
¿Qué es la melanocitosis dérmica congénita o mancha mongólica?
Es una lesión benigna, se origina por un acúmulo de melanocitos en la capa profunda de la dermis. El término “mancha mongólica” se debe a su frecuencia elevada en las razas orientales, sobre todo en los mongoles, en quienes aparece en el 90% de los recién nacidos. Se observa en el 80% de los individuos de raza negra, en el 40% de los latinos y en menos del 10% de los caucasianos y judíos.
Características de la lesión
Momento de aparición: Desde el nacimiento o durante las primeras semanas de vida, desaparece de forma gradual en los primeros años de vida, un pequeño porcentaje puede permanecer hasta la edad adulta,
Características: Es una lesión tipo mácula, de coloración gris azulada, también puede ser azul-verdosa o marrón, se caracteriza por ser de morfología redondeada u ovalada, uniforme, difusa, de bordes indefinidos, única, ocasionalmente pueden ser múltiples, pudiendo alcanzar 10 cm de diámetro.
Localización: La localización más frecuente es la región lumbosacra y glútea, también se puede observar en la espalda y en los hombros, aunque en ocasiones aparece en las extremidades o la cara.
Otras localizaciones: Cuando la lesión es grande o hay formas atípicas, extensas o múltiples se han asociado a errores innatos del metabolismo, tales como las enfermedades lisosomales, mucopolisacaridosis tipo I y tipo II.
Dependiendo de otros hallazgos clínicos se deben descartar con otras melanocitosis dérmicas, como el nevo azul, el nevo de Ota y el de Ito. También de malformaciones vasculares como el hemangioma congénito, el síndrome de Sturge-Weber, síndrome de Klippel-Trenaunay, cutis marmorata telangiectásica congénita, y con la facomatosis pigmentovascular, entre otros.
Este tipo de lesiones pueden hacernos confundir que existe maltrato o abuso infantil, pero a diferencia de los hematomas, la mancha mongólica no muestra cambios en su coloración, es indolora y puede tardar varios meses en desaparecer. No se ha desarrollado malignización de esta lesión con su evolución, es importante que sea evaluado mediante su control pediátrico.
No olvides consultar las referencias bibliográficas, si quieres saber mas del tema:
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