Cuando percibimos olores podemos recordar circunstancias que forman parte de nuestra vida, algunos lo recordamos como algo tan especial que podemos trasladarnos a ese lugar; todo empieza a través del epitelio olfatorio hasta nuestro cerebro donde podemos almacenarlos por mucho tiempo.
En la porción superior de la cavidad nasal se encuentra el epitelio olfatorio ( tejido constituido por células del olfato), donde se ubican los receptores olfativos que captan cada uno de los olores que percibimos. Estos olores son transportados a través de las neuronas olfativas que atraviesan un hueso que se llama: lámina cribosa del etmoides, luego se agrupan para formar dos nervios que se conocen como nervios olfatorios. Los nervios olfatorios se aproximan al cerebro y terminan en un acúmulo de sustancia gris que se llama bulbo olfatorio. En el bulbo olfatorio la vía nerviosa llega hasta el área olfatoria primaria de la corteza cerebral situada en el lóbulo temporal.
En la corteza cerebral es donde tiene lugar la percepción consciente del olor, desde allí parten otras vías nerviosas que se comunican con el sistema límbico y el hipotálamo y son responsables de las respuestas emocionales. Podemos desarrollar memoria olfativa que es capaz de pasar a la memoria de largo plazo donde se almacenan y pueden relacionarse con recuerdos, personas, momentos, lugares, entre otros.
El sistema límbico comprende un conjunto de estructuras dentro del cerebro que desempeña un papel importante en el control del estado de ánimo, la memoria, el comportamiento y las emociones. Se considera que es la parte antigua o primitiva del cerebro, porque estas mismas estructuras estaban presentes en el cerebro de los primeros mamíferos.
La investigación del Instituto Sense of Smell refiere que el recuerdo visual de las imágenes de las personas se reduce aproximadamente al 50% después de solo tres meses, recuerdan los olores con una precisión del 65% después de un año entero.
Los olores son utilizados en el marketing olfativo, se basan en aplicar aromas en locales comerciales, con la finalidad de despertar emociones, influir en comportamientos de trabajadores y clientes. Al crear una sensación de bienestar, se refuerza que la experiencia sea almacenada como un recuerdo positivo y placentero. Un aroma también puede evocar experiencias de la vida que nos hagan sentir como en casa, al llegar a sentirlo muy familiar.
Existen diversas investigaciones que evidencian que al estudiar con un determinado aroma se puede llegar a evocar el aprendizaje al aplicar de nuevo el aroma durante el sueño No-MOR. En la investigación denominada: Neurobiología del sueño y su importancia refieren los siguiente:
Se ha demostrado que la reactivación de la memoria durante el sueño No-MOR a través de la exposición a estímulos aromáticos que previamente se habían presentado durante aprendizaje mejora significativamente el recuerdo de la misma, además de que la hace más resistente a la interferencia.
Los humanos tenemos entre 10 y 100 millones de receptores olfatorios, los perros tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos. Por lo que es utilizado en investigaciones policiales y también para guiar a las personas con pérdida de la visión.
En la enfermedad de alzheimer existen diferentes terapias basadas en evocar recuerdos a través del sentido del olfato. Por lo tanto el sentido del olfato es algo maravilloso que nos permite almacenar recuerdos de hasta 10 años, nos permite regresar en el tiempo y rememorar experiencias de nuestra vida. Puede ser utilizado en distintos aspectos: mercadotecnia, medicina, estudio, investigaciones, medicina, entre otros.
Pueden consultar las siguientes referencias bibliográficas dandole click a los links:
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