Cuando estaba en el Postgrado de Puericultura y Pediatría cumpliendo con mis actividades diarias, aunado a la mala alimentación, empecé a presentar pápulas con áreas eritematosas en la zona T del rostro y mejillas, no sentía prurito, ni molestias, pero mi cara parecía la de una adolescente con acné y cuando sudaba mi rostro parecía un tomate. Al consultarlo con la dermatólogo pediatra del hospital me diagnosticaron Rosácea, entonces desde allí empecé a cumplir nuevos cuidados por el bienestar de mi salud, sin embargo, hay altos y bajos en esta patología, ya que cursa con brotes y cuando hay demasiada presión o estrés, es muy difícil que desaparezca. Con esto, quiero explicarte de la manera más sencilla posible qué medidas puedes tomar si padeces de Rosácea.
¿Qué es Rosácea?
Es una enfermedad inflamatoria que afecta la piel del rostro, específicamente la zona T, que incluye: la frente, nariz y barbilla; también afecta las mejillas. En casos particulares puede extenderse a otras áreas.
Tipos de Rosácea
Rosácea eritemato-telangiectásica
Está caracterizado por el enrojecimiento de forma repentina de las mejillas, la frente y la nariz, esto es denominado flushing, en inglés rubor. Entre los síntomas que se presentan están: escozor, es decir, parecido al dolor producido por una quemadura, también el paciente siente picor. La piel está seca, inflamada y sensible al tacto. Los vasos sanguíneos se pueden observar dilatados, aparecen las telangiectasias o arañas vasculares
Estas lesiones suelen aparecer cuando el individuo está expuesto a cambios bruscos de temperatura, estrés y consumo de alcohol.
Rosácea pápulo-pustulosa
Este tipo de rosácea es la que padezco, se presenta con enrojecimiento del rostro igual que la rosácea eritemato-telangiectásica, pero en menor proporción. La piel es grasa, no arde y no pica con mucha intensidad. Muchas veces mis lesiones lucen como el acné de una persona adolescente, es muy fácil confundirlas con ello.
Rosácea ocular
Este tipo de rosácea presenta enrojecimiento, sequedad, picor y sensación de quemazón en los ojos, fotofobia, es decir, sensibilidad excesiva a la luz, visión borrosa, lagrimeo abundante. También puede presentarse conjuntivitis, uveítis.
Rosácea fimatosa
Se caracteriza por engrosamiento y enrojecimiento de la piel en ciertas zonas como: la nariz, frente, mentón, párpados, lóbulos de las orejas. Se denominan en el caso de la nariz: rinofima, es decir, una nariz grande y de color rojo, en el caso de la frente se llama: metofima, es decir, frente engrosada y enrojecida, en el caso del mentón, se denomina: gnatofima, mentón de mayor tamaño enrojecido, en los párpados se denomina: blefarofima, es decir, párpados engrosados y rojos, y en los lóbulos de la oreja se denomina: otofima, orejas de mayor tamaño, enrojecidas.
Pueden aparecer nódulos, que le dan a la piel una apariencia acartonada, es decir, aspecto o rigidez como la del cartón. La piel se encuentra inflamada, se observa brillo en el rostro, con poros dilatados y venas rojas visibles.
Causas de la rosácea
Se desconoce exactamente la causa de la rosácea.
Hay predisposición genética, particularmente, las fotos de mi padre a mi edad mostraban lesiones de rosácea en su rostro, luego desaparecieron.
Puede manifestarse a cualquier edad, es más frecuente entre treinta y cincuenta años, y es común en personas con piel clara, que no es mi caso.
Hay más casos de rosácea en mujeres, pero cuando se da en varones suelen ser más severos.
Hay estudios que relacionan la bacteria Helicobacter Pylori con la rosácea.
Algunos casos de rosácea se relacionan con el ácaro Demodex Folliculorum. Esto suele pasar muy a menudo cuando no hay limpieza adecuada de la ropa de cama, sobretodo la funda de la almohada.
Tratamiento
Muchas personas se preguntan si la rosácea tiene cura, es considerada una enfermedad crónica, cuyos tratamientos sirven para tratar los síntomas, espaciar los brotes y atenuar las secuelas.
Hoy en día hay muchos tratamientos que pueden mantener a una persona que padezca rosácea sin síntomas por un tiempo prolongado. Se utilizan antibióticos contra el acné, tópicos y orales, generalmente a dosis más bajas que la del acné. En mi caso me indicaron doxiciclina, metronidazol en gel. También existen cremas para hidratar y aliviar el enrojecimiento de la piel, entre otras opciones están los retinoides (dosis bajas), láser y luz pulsada. En caso que el dermatólogo diagnostique que haya afectación en exceso por un ácaro (Demodex folliculorum) se indica un antiparasitario denominado Ivermectina, de forma tópica y oral. Hoy en día se sigue investigando sobre el tratamiento de la rosácea.
Cuidados de la piel
El cuidado de la piel es importante, generalmente te dicen el tratamiento, pero en ocasiones el paciente desconoce la rutina diaria del cuidado de la piel. Para el cuidado de la piel se utilizan aguas micelares, leches, agua termal, se deben aplicar con pañuelos de papel en lugar de discos de algodón o toallitas desmaquillantes, ya que pueden lesionar el rostro.
Se debe utilizar agua templada para la limpieza del rostro y secar con una toalla suave, con pequeños toques.
Luego se debe aplicar hidratación, esto es importante porque hay una pérdida transepidérmica de agua mayor que la de las pieles normales.
También es fundamental aplicar protector solar.
Al aplicar cosmética se debe utilizar cosmética especial para pieles sensibles, según la sugerencia del dermatólogo con principios activos antirrojeces, calmantes o antiinflamatorios.
Se puede aplicar maquillaje, aquellos con protector solar son mejores.
¿Qué no debes hacer?
Aplicar tónicos con alcohol.
Utilizar Jabón.
Lavar el rostro con agua caliente.
Restregar el rostro.
Exponerse a cambios bruscos de temperatura.
Estar expuesto a frío intenso y el viento.
Exponerse a radiación solar.
Cosmética para piel no sensible.
Aplicar productos con fragancia y conservantes.
Exponerse al tabaco.
Ingerir bebidas alcohólicas.
Consumir comidas calientes y picantes.
Aplicar exfoliaciones fuertes.
Tratamientos estéticos a base de ácido glicólico, retinoides.
Limpieza con cepillos eléctricos.
Estresarse.
Impacto social
La rosácea cursa con brotes que son muy molestos, esto afecta emocionalmente a las personas que lo padecen, porque llegas a sentirte que tienes una apariencia fea de tu rostro, muchas personas son indiscretas y te hacen muchas preguntas acerca de las lesiones en tu rostro, entonces llegas a pensar que seria bueno usar unas máscara permanentemente. Hay que aprender a manejar las emociones, es simplemente una afectación que puede llegar a controlarse. Tu apariencia no define lo que eres realmente.
Conclusión
La rosácea es una afección crónica, sin embargo, si llevamos a cabo el cuidado de nuestra piel desde una rutina diaria hasta el tratamiento específico podremos espaciar los brotes y tener una menor afectación durante un tiempo prolongado. También es importante evitar muchos de los factores desencadenantes para proteger a nuestra piel. Aunque muchas personas no lo tomen en cuenta, llevar una vida tranquila y saludable puede ayudar mucho. En este link encontraras mi experiencia con la crema antirojeces de leti.
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